Tenemos un siguiente entregable en el culebrón del fin de semana:
Satya Nadella, CEO de Microsoft, ha anunciado a través de X (Twitter) que Altman y Broackman «junto con otros colegas, se unirán a Microsoft para liderar un nuevo equipo de investigación avanzada de inteligencia artificial. Esperamos movernos con rapidez para dotarles de los recursos necesarios para su éxito». Al tiempo que asegura que la compañía «permanece comprometida con nuestra asociación con OpenAI y tiene confianza en nuestra hoja de productos y en nuestra capacidad para continuar innovando».
La reacción
A esto le sucede una reacción inmediata: 505 de los 700 empleados de OpenAI piden en una carta a su consejo que dimita por su incapacidad y por haber creado toda esta situación de incertidumbre: «Sus acciones han dejado claro que son incapaces de supervisar OpenAI».
Además amenazan que en caso de no reincorporarse Altman y Brockman a la compañía, marcharán todos ellos a la nueva subsidiaria creada dentro de Microsoft, que por su parte les asegura que contarían con ellos, en la nueva filiar IA.
Mira Murati también gira
Y sopresa: en cabeza de los firmantes, la CTO de la compañía, Mira Murati, que tras ser designada como CEO interina el pasado sábado tras el despido de Altman, fue reemplazada tras ponerse del lado de Altman.
Batalla perdida
Es una batalla perdida, el valor de una compañía como OpenAI son sus profesionales, y el conocimiento que atesoran. Veremos qué ocurre en los próximos días, pero a estas alturas queda muy claro que el movimiento realizado por parte del consejo de OpenAI no fue suficientemente calculado.
El gran beneficiado, Microsoft, que si consigue atraer todo el talento OpenAI, sería tanto como haber comprado una compañía que podría rondar una valoración de 90.000 millones de dólares. Menudo ahorro…
Hasta en Wikipedia
Este tumultuoso incidente está teniendo tal relevancia que hasta dispone ya de su propia entrada en Wikipedia, lo puedes ver AQUÍ